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Los interiores del Hotel Gabrielli Sandwirth son espaciosos y elegantes, decorados con muebles de época, bellísimos vidrios de Murano, todo rodeado de la atmósfera típica de las grandes mansiones venecianas. Los mármoles policromos decoran las paredes y los pisos de los salones y del bar donde se podrá paladear, además del típico “Spritz”, el aperitivo local, otros cócteles como el Gabrielli, el Bellini y el Rossini. En los días de verano el patio florido es el lugar ideal para desayunar o cenar a la luz de la vela. Un segundo patio contiene un espléndido brocal de pozo, probablemente del periodo tardo-bizantino.
El verdadero florón del Hotel Gabrielli Sandwirth es su encantador jardín, en una ciudad como Venecia, donde la mayor parte de los jardines está oculto a la vista de la mayoría y los turistas difícilmente los pueden disfrutar. Poblado de palmas, rosas, pérgolas de glicinas, plantas acuáticas en pilas de piedra con formas antiguas, todo dominado por dos majestuosos cedros del Libano es el lugar ideal para una pausa después del trajín de la jornada..
Además, el hotel dispone de salas de reuniones y encuentros (máx. 70 personas) y está dotada de entrada de agua.
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