Su interior, espaciosos y refinados, están decorados con muebles antiguos, bellísimos cristales del Murano en una atmósfera típica de las grandes casas venecianas.
Este hotel ha visto en sus instalaciones huéspedes de todo el mundo, entre los cuales Franz Kafka.
Mármoles policromados decoran las paredes y los suelos de los salones y del bar en el cual se puede probar, además del típico ‘Spritz’, uno de los cocktails especiales como el Gabrielli, Bellini y Rossini.
En los días de verano, la corte con flores es el lugar ideal en el cual desayunar o cenar a la luz de una vela. Una segunda corte contiene una maravillosa vera de pozo probablemente de época tardo bizantina. Desde laterraza del hotel, dotada de cómodas tumbonas, se goza una maravillosa vista a la laguna.
Pero la verdadera joya del Hotel Gabrielli Sandwirth es su jardín encantador repleto de palmeras, rosales, glorietas de glicina, plantas de agua en vascas de piedra en formas antiguas; todo bajo la sombra de dos majestuosos cedros del Líbano. Además el hotel dispone de salas de reunión y mitin (máx. 70 personas) y está dotada de entrada de agua.